Nos encontramos en el Tótem que está cerca del Morro. Luego fuimos al Museo de Las Américas en donde fuimos testigos de una exquisita exposición sobre nuestros antepasados los taínos y sobre otros indígenas de otras partes de las Américas. Luego, en el mismo museo, vimos una exposición sobre distintas tribus africanas. Aprendimos datos culturales, su forma de vivir y como fueron arrebatados de su tierra para ser vendidos como esclavos al continente de las Américas y al Caribe. Ya había leído sobre el proceso colonizador de las Américas y el Caribe anteriormente, pero el ver aquellas representaciones artísticas sobre su historia me hizo trasladarme en el tiempo y conocer de esta historia de manera distinta. Incluso hubo un momento en el que entramos a un bohío y vimos un documental sobre los indígenas.
Mientras transmitían el documental, observaba con detenimiento el bohío y su curiosamente detallada estructura. Luego del museo fuimos al Cuartel de Ballajá a ver unas hermosas exposiciones artísticas. También fuimos a la Liga de Arte, La Galería Nacional y el Hotel Convento. Visitamos también la Catedral de San Juan Bautista al cual nunca había tenido la oportunidad de entrar. De casualidad, cuando pasamos por la catedral, se estaba celebrando una boda. Y nosotros, como estudiantes de sociología estudiando los procesos culturales de una sociedad, entramos para analizar ese ritual social (si claro). Luego de estar un buen rato en la catedral, fuimos a una galería privada que le pertenecía a unos amigos de la profesora.
Fue un buen ejercicio artístico el pasearnos por la galería y ver aquel manjar de cuadros hechos por distintos artistas de la escena local. Lamentablemente no tenía suficiente dinero para comprar alguna obra artística en aquel momento, pero cuando pueda definitivamente regresaré. Con eso concluyó el recorrido. Pero me quedé un rato mas para ver los alrededores. Al rato llegaron mis padres y mis hermanas y nos quedamos a ver las distintas actividades. A eso de las 7:30pm, en el totem, hubo una orquesta en vivo. Me llenó de emoción el ver aquellos violines, cellos, contrabajos y todo tipo de instrumento clásico. Personalmente me encanta la música clásica, el presenciar ese tipo de música en vivo fue una experiencia que me llenó, quisiera volver a tener esa experiencia. Y ese fue el recorrido en "La Campechada". Un día lleno de experiencias gratas entre amigos y familiares.
