domingo, 20 de octubre de 2013

El Bambú Japonés

Phyllostachys Aurea. Mejor conocido como el Bambú Japonés.

No hay que ser agricultor para saber que una buena cosecha requiere de una buena semilla, buen abono y un riego apropiado. Normalmente al plantar la semilla el agricultor no se queda frente a la semilla sembrada esperando su crecimiento, porque sabe perfectamente que todo necesita su tiempo. Cultivar el bambú japonés no es apto para impacientes. Su proceso es distinto al de las otras plantas. El bambú japonés es una de las plantas más lentas en crecer en todo el mundo. Durante los primeros siete años es muy poco lo que se puede apreciar de su crecimiento. Un cultivador inexperto no tendría la suficiente paciencia y hasta abandonaría el proyecto. Sin embargo, al llegar al séptimo año la planta de bambú crece más de treinta metros en sólo seis semanas . ¿Qué ocurrió? ¿Por qué no crecía durante los primeros siete años? No es que no creciera, sino que durante los primeros siete años de aparente inactividad, el bambú estaba generando un complejo sistema de raíces que le permitiera sostenerse cuando empezara el crecimiento. Nuestra vida es muy parecida a la del bambú japonés. Deberíamos tener paciencia y esperar a que en nuestro interior se genere primero una transformación interna que nos lleve a la madurez y a que se formen raíces espirituales para que podamos estar sustentados en una base sólida y entonces crecer externamente.

PD: Este escrito no es trabajo mío. Su autor es anónimo.