jueves, 4 de abril de 2013

¿Cómo mejoramos al mundo?

Hubo una vez un padre que, dedicado a su trabajo, no tenía tiempo para dedicarselo a su familia. Un día, su esposa tenía que salir de compras y tuvo que dejarle su único hijo a su padre. El padre, que estaba ajorado con mucho de sus trabajos, estaba pensando en cómo hacer que su hijo se entretuviera con algo mientras él completaba su trabajo. Inmediatamente tomó una fotografía de un mapa global, lo recortó en muchos pedazos y se lo dió a su hijo para que lo armara como un rompecabezas. El padre, aliviado, volvió a su escritorio para terminar lo que tenía pendiente por hacer. Para su sorpresa, su hijo volvió a los 5 minutos con el mapa global en sus manos y completado. El padre le preguntó a su hijo como había podido hacer tal cosa en tan poco tiempo. El niño inocentemente le dijo que al empezar a juntar los pedazos del mapa se dió cuenta que en el dorso había la imagen de un hombre, se dejó llevar por eso y completó el mapa en tiempo récord. Arregló al hombre y así arregló al mundo.

Moraleja: Para arreglar al mundo, primero arreglamos al hombre.

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